

2022
Grabado y mezclado en Music Lan Studios en Avinyonet de Puigventós (Girona) y Bahia Estudios en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
(P) + © 2022 Sony Music Entertainment España S.L.
Produción Artística de Manolo García
Producción de Perro Records / Galea Producciones S.L.
Grabado y mezclado en Music Lan Studios en Avinyonet de Puigventós (Girona) y Bahia Estudios en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
(P) + © 2022 Sony Music Entertainment España S.L.
Produción Artística de Manolo García
Producción de Perro Records / Galea Producciones S.L.
Temas incluidos
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Juan Carlos García - coros, percusión y palmas
Álvaro Gandul - piano, teclado y bajo
Victor Iniesta - guitarra española y palmas
Manolo García - palmas, coros y voz
Geometrías del rayo en mi laberinto de sueños.
Cada día me parezco más a mí mismo
y eso a mí no me conviene.
Y eso a mí no me interesa.
Tú en cambio sabes escapar de ti y sobrevolarte en círculos,
buscando perspectiva alta y orillas de luz. Paisajes marinos.
Pobre de mí, si no me reconozco en mis errores.
Pobre de mí.
Más sabia tú. Sorteas con maestría a los hombres.
Más sabia tú.
Porque vas dejando atrás los desamores
como estela de un barco.
Luz de ocaso vacío. Nido desierto.
En las geometrías del rayo ando perdido
y eso a mí no me conviene.
Y eso a mí me vuelve loco.
Tú en cambio sabes remontar serena,
al atardecer buscando coplas por rumbos de taberna,
de bordón herido, de guitarra vieja.
Pobre de mí, que no me reconozco en mis errores.
Pobre de mí.
Más sabia tú.
Más sabia tú que todo lo entregas y todo lo tienes.
Más sabia tú que vas dejando atrás los desamores
como barro de tus zapatos.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Víctor Iniesta - guitarra española y palmas
Íñigo Goldaracena - bajo
Manolo García - guitarra eléctrica, percusión, programación ritmo,
palmas, coros y voz
Ya mi cielo se abre, pronto azulea.
Pronto azulea, con esa fuerza serena de tu marea.
Ya mi cielo se abre.
Sus haces de luz campean como corona de plata
que campanea.
El mar que traes con tu presencia
me sabe a sal y a hierbabuena.
Ave del paraíso,
hasta el final de mis días yo te quiero contemplar.
Ave del paraíso,
hasta el fin de mis días yo te quiero contemplar.
Virgen de la cañada, tinta mi manto de púrpura
"pa" alejar la tempestad.
De tu talle breve yo me enamoraba
cuando pasabas por mi puerta cada mañana.
De tu cara seria yo me enamoraba.
De ese gesto sereno que te guapeaba.
Ave del paraíso,
hasta el final de mis días yo te quiero contemplar.
Ave del paraíso,
hasta el fin de mis días yo te quiero contemplar.
Ave del paraíso,
encontrar en tus trinos, en tu rico plumaje,
la calma y el olvido.
Ahora que aún es tiempo, que no llegamos tarde,
que nunca las pasiones perdieron su alcance.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Iñigo Goldaracena - bajo
José Ordoñez "Josete" - guitarra española y palmas
Victor Iniesta - guitarra española y palmas
Manolo García - guitarra eléctrica, percusión, palmas, coros y voz
Como el cobre de tu pelo al viento
en alfabeto de corales,
repentinos júbilos de espuma
en azules de océanos.
Sirena que bebe los vientos. Sirena que cruza marisma.
Te traeré de vuelta de tu murallita de ladrillo y piedra.
Tú traerás narcisos de desfiladero de cerrada grieta.
Te traeré de fuego filigranas nuevas de blanca presencia.
Me traerás consuelo en pluma de ninfa "adorná" de fiesta.
A este lugar de los prodigios nuestros.
A este atlas recobrado de luz y espejos.
A este lugar remanso en la revuelta,
que me sosiega mientras peino tus cabellos.
Como el vuelo de tu falda abierta,
cinta verde con tu nombre.
Repentinos pálpitos de verso
en tejidos de caricias.
Sirena que bebe los vientos. Sirena que cruza marisma.
Sirena que luce esmeralda.
Te treré de vuelta en tu caballito "pintao" con alheña.
Me traerás la luna envuelta en papeles de acertijo y seda.
Te daré mi hato, el de mi querencia, sin duda ni merma.
Palitroques dulces me darás, muchacha de la voz canora.
La que a mi me alienta.
A este lugar de los prodigios nuestros.
A este atlas recobrado de luz y espejos.
A este lugar remanso en la revuelta,
que me sosiega mientras tus cabellos peino.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Iñigo Goldaracena - bajo
Victor Iniesta - guitarra española y palmas
Manolo García - guitarra eléctrica, teclado, programación,
palmas, coros y voz
El despechado amante anuncia,
confuso y ya vuelto a la vida,
que ha de recuperar su cielo de truenos.
Retozará hoy vestido de ripios,
el despechado amante.
El amante roto anuncia
que busca caracolas "ojimétricas"
y un nuevo amor que dé calor.
Un amor bello que dé calor.
Te esperaré, te esperaré durante cinco lunas
y te amaré mientras el sol caliente.
Eso no quita.
Eso no quita para que surques limpias aguas
de mi estanque.
En un breve enunciado el despechado amante
renuncia a dos placeres: desapego y soledad.
Y plantará en su jardín
nubes de abril cuando el jilguero canta.
El amante roto anuncia
que busca caracolas "ojimétricas".
El amante roto anuncia
que busca y con alegría ha de responder
a seres nuevos.
Seres sin brumas, aireados, de cariño inagotable.
Que den calor. Equitativo amor.
Un amor cierto, limpio y no enrevesado amor.
Te esperaré. Te esperaré mientras el mundo gire
y te amaré mientras el sol caliente.
Eso no quita.
Eso no quita para que surques limpias aguas
de mi estanque.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Victor Iniesta - guitarra española
Iñigo Goldaracena - bajo
Manolo García - percusión, teclados, guitarra eléctrica,
programación ritmo, coros y voz
Me enamoré de una poetisa que era un puñal de sol.
Era un temblor rielando en el viento.
Era sediento su amor.
Era un manojo, poetisa, de inercias a contrapelo.
Una furia en tozudo intento de arribar a puerto sereno.
Poetisa, agarrada a la luz de las hojas.
Poetisa, habitando tormentas solares.
Poetisa. Poetisa, liviana mariposa.
Poetisa, laureada,
capaz de volar bajo la lluvia de barro más cerrada.
Me enamoré de una versadora,
que de lejana tierra arribó.
Sutil de pluma, me desgarraba.
Con sus escritos me encandilaba.
Era su esencia poetizada de las que desbordan tinteros.
Poetisa de las que merecen
que a su paso besemos el suelo que pisan.
Poetisa.
Poetisa. Poetisa, liviana mariposa.
Poetisa, laureada,
capaz de volar bajo la lluvia de barro más cerrada.
Poetisa. Poetisa, liviana mariposa.
Poeta iluminada.
Poetisa. Poetisa, liviana mariposa.
Poetisa, coloreada
capaz de volar bajo la lluvia de barro más cerrada.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Juan Carlos García - coros, percusión y palmas
Iñigo Goldaracena - bajo
Víctor Iniesta - guitarra española
Charly Sardá - batería
Manolo García - coros y voz
Se va el barco a la laguna desde su río del Caribe,
a buscar la clara luna. Ronda el amor que perdiste.
Que perdió su Comodoro pinturero de medallas.
El que lloró sin desdoro sobre la mesa de mapas.
Ya empezaba a echar de menos lo que nunca viviría.
Ya empezaba a echar de menos lo que tú nunca viviste.
Ya empezaba a echar de menos tientas de chambel al fondo.
Caudal ancho de Amazonia, vida a favor del viento.
Que te quise y te querré.
No te olvido y te olvidé.
Arena fina de playas donde de chico jugué.
Lirios de cáliz tan blanco como amor que profesé.
Se va el barco a la laguna, la frondosa de jinetes.
Donde abrevam sus monturas los galanes de donaire.
Se perdió su Comodoro, el de gallarda apostura.
Hombre de horizonte vasto pero hombre de cordura.
Ya empezaba a echar de menos lo que nunca volvería.
Ya empezaba a echar de menos todo lo que tu viviste.
Ya empezaba a echar de menos
brújula de Norte abierto.
Caudal ancho en la memoria, vida persiguiendo al viento.
Que te quise y te querré.
No te olvido y te olvidé.
Arena fina de playas donde de chico jugué.
Que te quise y te querré.
No te olvido y te olvidé.
Nenúfar de hondas aguas donde no naufragaré.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Álvaro Gandul - piano, teclado, bajo y palmas
Juan Carlos García - coros, percusión y palmas
Victor Iniesta - guitarra española
Manolo García - coros y voz
Te convidé a un agua de castañas
en tu maturranga el sábado aquel.
Amartelados bailamos y al instante
me sentí hechizado, me sentí caer.
Amanecía sobre el puerto
cuando tú y yo caminábamos cogidos de la mano.
Hechizado, aprisionado, encantado por tus misteriosas artes.
Atrapado, acaparado por tu mirada insondable.
La que electriza mi pulso, mi débil pulso de alambre.
La maturranga.
Me agarraste en tu maturranga.
Hechizado por tus ojos que son profundos pozos de hielo.
La maturranga.
Me agarraste en tu maturranga.
Hechizado por tus ojos que son profundos ojos de hielo.
Te convidé a un agua de castañas
en tu maturranga, el sábado aquel.
Amartelados bailamos y al instante
me sentí hechizado, me sentí caer.
Amanecía sobre el puerto y en mí el hechizo se afianzaba.
Aunque eso a ti no te ha importado
porque hace meses que cogiste otro rumbo.
Hoy a solas yo me tomo una paloma de anís.
Celebro que viviré desde hoy a mi manera.
Por fuerza se ha de acabar, si está lejos la hechicera.
La maturranga.
Me agarraste en tu maturranga.
Hechizado por tus ojos que son dos pozos profundos de hielo.
La maturranga.
Me agarraste en tu maturranga.
Enganchado a tu mirada que es profundo pozo de hielo.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
José Ordoñez "Josete" - guitarra española
Victor Iniesta - guitarra española
Iñigo Goldaracena - bajo
Manolo García - teclado, percusión, programación, coros y voz
Amanece. Empieza a arder el pajonal y la escarcha
me hiela por dentro. Sé que no escribiré esta carta.
Me tiembla el pulso. El papel emborronado de lágrimas,
se niega a ser el que dé, voz a cobardes palabras.
Perdóname, que yo no sabré perdonarme.
Olvídame, que yo no podré olvidarte.
Te traicioné. Mal hombre soy.
Amanece. Empiezo a verte como la flor del Algarve,
que un único fruto da para luego marchitarse.
En lágrimas anegado sé que no volveré a verte.
Que no han de cruzarse nunca más nuestros caminos y suertes.
Perdóname, que yo no sabré perdonarme.
Serénate, ya no volveré a engañarte.
Perdóname, que yo no sabré perdonarme.
Serénate, ya no volveré a engañarte.
Cómo pude estar tan ciego.
Ser tan canalla, tan vil. Ser tan judas, tan traicionero.
Oprobio y deshora el que es ruin.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Víctor Iniesta - guitarra española
Iñigo Goldaracena - bajo y palmas
Manolo García - guitarra eléctrica, teclados, percusión
palmas, coros y voz
Un reloj de sol en el iris de esos ojos tuyos.
Cuando no somos, no siendo nada,
juntos siendo el todo.
Cuando remendamos el papel "pintao"
sobre las paredes se ilumnina la casa.
Se ilumina la casa.
Si nos damos el festín.
Si nos damos el festín de rasgarnos la niebla de las almas.
Y no te vayas más mi amor
porque si desapareces brota en mí un clamor
igual que un desembarco fracasado.
Todo se arma y se desarma cuando menos se espera.
Bésame lento, despacito amor y así llegará la primavera.
La primavera, en los lunares de tus zapatos.
En un resol de arena, en tu sonrisa de aquel retrato.
En un resol de arena cuando te abrazo.
Si nos damos el festín.
Si nos damos el festín, de rasgarnos la niebla de las almas.
Y no te vayas ruiseñor, porque si desapareces
nace en mí un fragor de seráficos relámpagos lejanos.
Todo se arma y se desarma cuando menos se espera.
Bésame suave, lentamente amor y así tú serás mi primavera.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Víctor Iniesta - guitarra española y palmas
José Ordoñez "Josete" - guitarra española y palmas
Álvaro Gandul - piano y moog
Iñigo Goldaracena - bajo
Manolo García - teclados, percusión, palmas, coros y voz
Quiéreme en presente que no tenemos más.
Bebamos de esa fuente que al manar se ofrece fresca y vivifica.
Que no es en balde el gesto ni la tierra.
Que no es un juego tu anuencia, cuando me miras de frente.
Ya no es el estandarte que ondea sobre la torre.
Ya no es el estandarte si no el ingrávido ser que es poema.
Ya no es el estandarte que libera, que ondea sobre la torre,
si no el ingrávido perfume del poema.
Cuando te marches,
déjame al menos tu sombra que me acompañe.
Cuando te marches.
Menos es nada si me la dejas,
con sus perfiles que a mí me alegran.
Menos es nada si me la dejas,
con sus hechuras yo me consuelo,
y tú sin sombra vas más liviana.
Besa tú mi frente que soy página rota.
Que bañe el rocío nuestros pies
en la limpia mañana que ya llega.
Que no sea en balde el musgo en la ladera.
Que no es un juego la eternidad prendida en una estrella.
Ya no es el estandarte que ondea sobre la torre
sino el ingrávido perfume del poema.
Ya no es canto de alondra en patio de arrayanes,
ni los claveles que dan luz a tu ventana.
Cuando te marches,
déjame tu clara risa que me acompañe.
Cuando te marches.
Eso ya es todo si me la dejas,
que es un regalo que a mí me alegra.
Eso ya es todo si me la dejas. En su refile yo me enardezco.
Tú encuentras risas ya de mañana.
Tú encuentras risas por donde vayas.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Iñigo Goldaracena - bajo
Víctor Iniesta - guitarra española y percusión
Manolo García - guitarra eléctrica, teclado, percusión, coros y voz
Cené con una mujer que pretendió llevarme a Stromboli.
Un volcán dormido era ella en su pequeña isla.
Un volcán dormido, me explicó.
Qué mejor destino, pensé aquel día de invierno,
mientras su oscuro rostro etrusco me observaba.
Me observaba.
Cené con una muer que pretendió llevarme a Stromboli.
Por la ventana medieval del "restorán", rondándonos la luna mora.
Sobre la mesa unas viandas: sonetos adherentes, pastel de Mariachi.
Y era eso, un señuelo cualquiera.
Era eso, no era amor, era eso.
Sus pies morenos de isleña serena caminaba por la orilla.
Era eso.
Su mundo antiguo que busco con afán en los libros.
Cené con una mujer que pretendió llevarme a Stromboli.
Fue en la isla de Sicilia, la que perdió Amilcar Barca.
Donde se tuvo que tragar el orgullo contra los hijos de la loba codiciosa.
Brindé con aquella mujer que quiso arrastrarme a Stromboli.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Charly Sardá - batería
Iñigo Goldaracena - bajo
Juan Carlos García - percusión
Víctor Iniesta - guitarra española
José Ordoñez "Josete" - saz turco y mandolina
Manolo García - guitarra eléctrica, coros y voz
Aisha, extasiante visión desde el principio.
Aisha, ua antorcha en mi pecho incendiando.
Aisha, diluvianos aguaceros de tus ojos precipitan mi alegría.
Aisha, en tus dedos las caricias son oleadas de nubes con formas y colores.
Búscame, te esperaré en los mares de la calma.
Búscame, no escaparé a tus confines de fantasías de agua.
Espérame, yo te buscaré.
Llegamos lejos, con tu espíritu libre ya no hubo vuelta atrás.
Aisha fue un sagrario de fulgores secretos.
Su cimbreo el del florido almendro.
Su misterio, desgreñada orografía,
ensenadas de centeno salvaje,
aluviones de resoles en marismas remotas y asoleadas.
Búscame, te esperaré en los mares de la calma.
Búscame, no escaparé a tu ventura de nácar
Búscame, te esperaré. Seré leal sin altivez.
Aisha, un antojo pequeño fue al principio.
Luego, plenitud de amor borrando turbio y desbordado cauce.
Diluvianos aguaceros de tus manos. Se derrama mi alegría.
Nuestro revertir el orden de los tiempos
germina en mundos verdes de colores.
Búscame, te esperaré en los mares de la calma.
Búscame, no escaparé a tus confines que enlazan.
Búscame, te esperaré. Seré leal, te esperaré.
Letra y créditos
Letra y Música: Manolo García
Olvido Lanza - violín y coros
Iñigo Goldaracena - contrabajo
Charly Sardá - percusiones
Juan Carlos García - percusiones
José Ordoñez "Josete" - mandola
Víctor Iniesta - guitarra acústica
Ricardo Marín - guitarra acústica
Manolo García - teclado y voz
Busco cielos, rompo el hielo a pensamientos fusileros.
Busco encuentros, nuevos vientos en bailes de cisne.
Surco el agua en los desiertos. Soy estatua en libertad.
Nuevas vidas, eso quiero, donde pueda respirar.
Crudo es el momento, no son los lamentos
los que harán de cortafuegos y asi dejar de graznar.
Me despierto enfermo cuando quemo queroseno.
En vano intento calentarme.
En este iglú no hay plenitud, sólo obediencia.
Quiero puertas siempre abiertas o ventanas por las que salir.
Grito al cielo, rompo el velo al corsé del contra-corazón.
Con luces que arañan en trémolos de espada,
baten las campanas al viento.
Salmos y serpientes. Cae la torre con los combatientes,
los peones y los jugadores también.
Flor de granados exánimes que saldarán las deudas sin sangre.
Me despierto enfermo, cuando quemo queroseno.
Crudo es el momento, no son los lamentos
los que harán de cortafuegos y así dejar de graznar.
Quiero historias no contadas y vestigios de vida anterior.
Con ventanas ojivales a un sentir que el mundo adormeció.
En transitadas trastiendas, lejos de lo que se espera de nosotros
sin contar con nosotros.
Quiero puertas siempre abiertas o ventanas por las que salir.
Grito al cielo, rompo el velo, al corsé del contra-corazón.
Quiero puertas siempre abiertas arrancadas a contra-corazón.